Durante mucho tiempo, los náuticos han estado relegados al fondo del armario asociados a uniformes escolares, a tardes de paseo en velero y a un clasicismo preppy que parecía más propio del pasado que del presente. Pero la moda, con su capacidad infinita de reinventar lo familiar, ha decidido darles una segunda vida. Y en 2025, contra todo pronóstico, los náuticos están de vuelta.
El revival de los náuticos de este año no es literal, sino más bien una reinterpretación inesperada que ha conquistado pasarelas, celebrities y estilistas por igual. Ya en el desfile de Primavera/verano 2024 de Miu Miu (que, según el último informe de Lyst es la segunda marca más popular del momento) los vimos en una versión entre refinada y rebelde, marcando el inicio de una tendencia que, lejos de apagarse, ha tomado fuerza de forma imparable.
Desde entonces, han aparecido en colecciones de numerosas casas de moda de lujo, sobre todo en esas que siempre están en el radar de todo amante de la moda. Desde en Celine, JW Anderson, o The Row, pasando por Prada, Valentino, Loewe y Burberry, hasta llegar a otras más jóvenes como Jacquemus, que, en colaboración con Timberland, también ha lanzado sus diseños.
Más allá de las propuestas de los diseñadores, el interés que despiertan está claro pues también los consumidores son los que están llevándoles al ranking de zapatos tendencia del momento. Las búsquedas relacionadas con los náuticos han experimentado un notable aumento en los últimos meses. Según datos de Google Trends, el término boat shoes ("náuticos") alcanzó su punto máximo en cinco años durante el verano de 2024, Lyst también informó que la demanda de este tipo de calzado aumentó un 19% interanual, consolidando su posición como una tendencia en alza, y, recientemente, desde febrero de este año, 2025, Google también ha notado su repunte.
Un clásico con historia
Para entender esta fiebre por los náuticos, hay que volver, aunque sea brevemente, a sus orígenes. Aunque nada tiene que ver con la puesta en escena que parece dominar este año, donde emergen en versiones casuales y en siluetas diferenciadoras, lo cierto es que nacieron de la mano de Paul Sperry en la década de los años 30.
El diseñador de la marca Sperry observó cómo su perro no se resbalaba en la cubierta del barco gracias a las ranuras en sus patas. Inspirado, talló surcos en la suela de goma de sus zapatos para lograr un mayor agarre. La innovación encantó a los marineros y terminó siendo adoptada por la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Más adelante, su uso trascendió lo funcional. En los clubes de campo de Connecticut, símbolo del estilo de vida WASP (White Anglo-Saxon Protestant), los náuticos se convirtieron en un rio emblemático. Su momento de gloria llegó en los años 80, cuando The Official Preppy Handbook los coronó como indispensables del estilo universitario estadounidense. Desde entonces, han ido y venido, pero siempre manteniendo esa connotación de elegancia relajada y estatus discreto.
El nuevo preppy está aquí
En un momento donde en el universo del calzado las opciones planas parecen dominar las calles, resulta difícil no preguntarse cómo y por qué los náuticos están consiguiendo hacerse hueco en un contexto donde el mercado parece estar saturado. Pero el regreso de los náuticos no ocurre en el vacío. Está impulsado por una ola más amplia: el renacimiento del estilo preppy, que se está actualizando para una nueva generación.
No hablamos del look de internado estricto, sino de una versión estilizada y ecléctica donde polos XL, gorras estilo Ralph Lauren, jerséis en pico, pantalones blancos y mocasines de cuero conviven con prendas más urbanas y streetwear. Vestirse como si pasaras los veranos en los Hamptons —aunque vivas en el centro de Madrid— es, ahora, una forma de aspiración.
En este contexto, los náuticos resurgen como símbolo clave. Aunque su herencia es innegablemente preppy, el nuevo enfoque los libera de su aura conservadora. Vienen en cuero suave, gamuza lavada o lona desestructurada. Se tiñen de colores inesperados, se cruzan con siluetas de bailarinas, o adoptan una suela chunky que los acerca más a una zapatilla que a un zapato de barco.
¿Cómo se llevan los náuticos?
La clave está en evitar la rigidez del estilo original. El náutico 2025 no quiere parecer sacado de un internado británico. Funciona mejor cuando se mezcla, cuando se combina con prendas aparentemente opuestas. En el evento NEW de El Corte Inglés, Victoria Federica demostró cómo actualizarlo: llevó un modelo marrón oscuro de piel con pantalones blancos, y una camisa azul semi abotonada, en un mix entre lo juvenil y lo sofisticado. Sin embargo, tan solo unos días más tarde repitió la jugada apostando por un par de ante gris con pompones.
Tal y como la royal y el street style están demostrando, incorporar náuticos al armario de 2025 no implica regresar a los catálogos de estilo colegial de décadas pasadas. Esta temporada, el clásico zapato de inspiración marinera mantiene su esencia, pero también incorpora nuevos matices en clave urbana, romántica, andrógina y relajadamente sofisticada. Gala González, por ejemplo, los combina con todo tipo de looks: vestido, falda, pantalón...
Estos nuevos náuticos se integran en estilismos que van desde el look urbano con pantalones holgados y gabardina, hasta propuestas más suaves con vestidos fluidos o conjuntos sastre sin género. Funcionan tanto en clave streetwear como en versiones sofisticadas, demostrando que un clásico puede renacer sin perder su esencia.
A medida que los diseñadores reimaginan el náutico, las tiendas de moda y las cadenas de retail siguen la estela. Ya se pueden ver versiones en tiendas asumibles, muchas veces inspiradas directamente en lo que proponen las grandes casas. Así, el náutico de 2025 es camaleónico. Recupera un símbolo de riqueza discreta, pero lo transforma para que cualquiera lo pueda llevar con actitud. Y si algo nos enseña esta tendencia, es que en moda nada está realmente pasado de moda. Solo espera su momento para volver con fuerza. Y los náuticos, sin duda, han encontrado el suyo.