¿Sabes qué son los altramuces?

Esta legumbre de color amarillo, y de forma redondeada y plana, tiene  un aspecto que recuerda al maíz y también recibe otros nombres muy variopintos, como chocho, lupino, haba de lobo, alverjón… Suele tomarse como aperitivo y cuando empiezas a comerlos, es difícil parar. Normalmente los encontramos en conserva y para comerlos tan solo hay que quitarles la piel.

De dónde salen los altramuces

Los altramuces forman parte de la familia de las leguminosas: como las judías, las lentejas, los garbanzos, las habas, etc. Son las semillas originadas por la planta conocida como Lupino, una especie que forma parte de la flora espontánea de la Península Ibérica debido a su habilidad para creer en suelos sueltos y arenosos.

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Lupinus, la flor del altramuz que es absolutamente preciosa

Los altramuces se han utilizado (y sigue haciéndose) como forraje para animales y como planta ornamental por la belleza de sus flores y atractivos colores. Se tienen referencias históricas de su cultivo desde hace más de 2.000 años, por parte de mayas y egipcios, aparece reflejado en tratados romanos y más tarde, en el siglo XV, en obras como el Conde Lucanor de D. Juan Manuel, se refiere a estas semillas como legumbres de ‘pobres’ y muy baja calidad, “que a falta de otra cosa, comía altramuces”. El nombre común más conocido es ‘chocho’ y, según la RAE, proviene del mozárabe ‘sos’, y este del latín salsus, ‘salado’, debido a la preparación de salmuera que se hace para quitarle el amargor.

Existen muchas variedades, pero el altramuz que solemos tomar como aperitivo o snack es el altramuz blanco o Lupinus albus, de origen mediterráneo. Extremadura, las dos Castillas, Andalucía occidental y Valencia son las principales zonas de cultivo, aunque Andalucía se lleva la palma y es también donde más se consumen, siendo un aperitivo típico en las barras de los bares del sur.

También hay altramuces silvestres, con flores azules y hojas estrechas, y es fácil verlas en campos sin cultivar y en las cunetas de la carretera. Se siembra a principios de otoño, con las primeras lluvias, y la recolecta suele hacerse a principios de verano, especialmente durante el mes de junio cuando los Lupinos han generado los frutos. Las semillas se encuentran en el interior de la vaina y suelen estar secos a la hora de la recogida.

Altramuces: propiedades y beneficios de la legumbres

Se habla del altramuz como de un superalimento, y es que se trata de una buena fuente de proteína vegetal, rico en fibra, y un buen aliado para reducir el colesterol y para una buena salud cardiovascular. También los altramuces ayudan a eliminar el colesterol, controlar los niveles de azúcar en sangre y reforzar nuestro sistema inmunológico, gracias a su contenido en antioxidantes. Son ricos en hierro, fósforo, calcio y potasio, minerales esenciales para el buen estado de huesos y músculos.

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Tiene muy pocas calorías: por cada 100 gramos aporta unas 103 kcal, por lo que es un gran aliado en las dietas de adelgazamiento. Contienen ácidos grasos de alta calidad (insaturados), no tienen gluten, por lo que son aptos para celíacos, y contribuyen a mitigar problemas digestivos y reducir la presión arterial.

Recetas con altramuces

Hay varias formas de incorporar esta legumbre en la cocina. Lo primero que se nos viene a la cabeza es el famoso aperitivo salado, pero los altramuces, una vez cocidos, tienen muchas posibilidades en la cocina, desde entrantes a platos principales, en vinagretas, ensaladas, sopas, aderezos, rellenos, cremas, bizcochos, galletas... Se pueden hacer potajes y cocidos con ellos. Incluso se ha popularizado el uso del altramuz pelado como sustituto de la soja para elaborar hamburguesas y otros productos texturizados para las preparaciones libres de gluten, vegetarianas o veganas. Asimismo, de los frutos secos del Lupino se pueden obtener harinas con las que elaborar pasteles y panes de altramuz y también aceites, bebidas vegetales o preparar con ellos mayonesa vegana.

Altramuces fritos

Ingredientes para 4 personas: 

• 200 g de altramuces cocidos (sin piel)
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• 1 cucharada de harina de trigo o maicena
• Aceite de oliva para freír
• Sal al gusto

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Cómo hacer altramuces fritos, ideales para tomar como aperitivo.

1. Seca bien los altramuces con papel absorbente para eliminar el exceso de humedad.
2. En un bol, mezcla los altramuces con la harina, el ajo en polvo y una pizca de sal y mezcla bien todo
3. Coloca una sartén en el fuego, añade el aceite de oliva y cuando esté caliente, echa los altramuces.
4. Fríe los altramuces en pequeñas tandas hasta que estén dorados y crujientes (aproximadamente 2-3 minutos).
5. Retira  sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
6. Sírvelos calentitos, le irán de miedo un toque de pimentón en el último momento.

Ensalada de altramuces y espinacas con queso y tomate

Ingredientes para 4 personas: 

• 1 bolsa de espinacas
• 200 g de altramuces en conserva
• 12 tomatitos cherry
• 100 g de aceitunas de anchoa sin hueso
• 6 cs de aceite de oliva virgen extra
• 3 cs de vinagre de manzana
• Sal

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Cómo hacer altramuces fritos, ideales para tomar como aperitivo.

1. Seca bien los altramuces con papel absorbente para eliminar el exceso de humedad.
2. Lava, seca y corta los tomatitos por la mitad,
3. Escurre bien las aceitunas de su líquido de conserva.
4. Incorpora en una ensaladera las espinacas, los tomates, los altramuces y las aceitunas.
5. Prepara una vinagreta en otro bol emulsionando el aceite y el vinagre con un poco de sal.
6. Aliña la ensalada ¡y ya la puedes llevar a la mesa!

Bocaditos de arroz y altramuces con tomate

Ingredientes para 4 personas: 

• 150 g de arroz blanco cocido
• 250 g de altramuces en conserva
• 3 c/s de copos g de copos de avena
• 1 huevo
• 1/2 cebolla
• Hierbas aromáticas al gusto
• Harina
• Sal
• Pimienta
• Salsa de tomate
• Hojas verdes al gusto 

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Elaboración:

1. Enjuaga los altramuces, quítales la piel y reserva.
2. Pela la cebolla y pícala.
3. Coloca una sartén con aceite en el fuego y sofríe el arroz y los altramuces.
4. Salpimenta y añade especias al gusto. Deja templar.
5. Añade un huevo y tritura para formar unas bolitas.
6. Aplasta las bolitas y cocínalas con un poco de aceite hasta que se doren.
7. Sirve estos bocaditos con un poco de salsa de tomate y unas hojas de lechuga aliñadas.