Alex Rivière y Mónica Sada, confesiones de dos triunfadoras: familia, negocios y sueños para cumplir

'Ser jefas y hacer las cosas bien merece la pena'

P. R.

4 de junio de 2025 - 6:16 CEST4 de junio de 2025 - 6:16 CEST

Alex Rivière y Mónica Sada son un gran tándem de estilo y referente en el mundo de la moda y la cosmética. Han creado sus empresas desde cero, crecido en la lucha y las dificultades, saboreado ya muchos triunfos… Y ahora tienen algo más en común. Se llevan cinco años, su formación es parecida y comparten valores y un lema: "Con disciplina, esfuerzo y un buen equipo, puedes conseguir lo que te propongas". Mónica Sada (Madrid, 1987), licenciada en Derecho y ADE por ICADE y exfinanciera en Wall Street (Nueva York), es la fundadora y CEO de Unicskin. Firma de belleza a la que se ha unido Alex como embajadora de la máscara facial que ha revolucionado el mercado. Mónica está casada con Vicente Calderón, tiene dos hijos y fue incluida en 2024 por Forbes España entre las mujeres más influyentes en su sector.

"Ambas hemos apostado por construir proyectos propios. Nos une ese impulso por hacer las cosas bien, con profundidad y con una visión a largo plazo", nos dijo Alex

Alex Rivière (Barcelona, 1992) estudió ADE, al igual que Mónica, y Marketing y Comunicación de Moda. Está casada con el empresario austriaco Christian Sieber y es fundadora, junto a su socia, Beatriz Villarroya, de la firma de moda Alex Rivière Studio y Rivi Studio, un espacio creativo con consultoría para marcas y dirección artística. En 2024, fue reconocida con el Premio FASHION al Talento por su trayectoria y aportación al sector.

—¿Qué es lo mejor de ser empresaria? ¿Qué tiene de ventaja ser vuestras propias jefas?

Mónica Sada.—Ser mi propia jefa me ha dado libertad para innovar y crear, pero también una responsabilidad inmensa. Lo mejor es rodearte de un equipo que crece contigo; y lo más retador, que no puedes fallar. Hay decisiones que afectan a mis 29 empleados, mis socios… Pero cuando amas lo que haces, el sacrificio se transforma en pasión.

Alex Rivière.—Ser tu propia jefa tiene ventajas, pero conlleva una exigencia constante. Nunca desconectas del todo y cada decisión cuenta. Aun así, saber que estás construyendo algo auténtico, con propósito y acompañada de un equipo que cree en ello tanto como tú, hace que todo valga la pena. Lo mejor es la libertad creativa, construir una identidad de marca desde cero y ver cómo esa idea crece alineada con tus valores. En mi caso, tener a Beatriz Villarroya en este camino ha sido clave. Desde el principio, compartimos una visión clara: construir una marca con identidad, calidad y autenticidad.

—¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

M.S.—Rodearme de buenas personas, la resiliencia siempre y no tener miedo a explorar para seguir avanzando y adelantarnos a las necesidades. A mí me ayudó muchísimo la experiencia que me traje de Nueva York e ir aprendiendo de mis errores. La vida no es perfecta y el fracaso no es tan malo si se sabe gestionar.

"No hay nada más importante que la salud y la familia, mi gran pilar y mi mayor regalo. Estoy muy satisfecha con mi vida y me siento muy plena. Me atrevería a decir que sí, que soy feliz" (Alex)

—¿Sois personas felices?

A.R.—Estoy muy satisfecha con mi vida y me siento muy plena. ¡Me atrevería a decir que sí!

M.S.—Los últimos ocho meses han sido difíciles, pero ahora todo es perfecto. Vicente y yo volvemos a estar juntos. Nos casamos en octubre de 2020, nos separamos en octubre de 2024 y no hemos tenido que llegar a octubre de 2025 para saber que no queremos estar el uno sin el otro. Nos queremos demasiado.

—¿La familia está dando botes de alegría?

M.S.—Todos felices y deseando celebrarlo. La familia es nuestro pilar más importante. Mis padres, hermanas, tíos, primos… somos una piña. También mi familia política y mis amigos, que intento cuidar un montón.

—Y tú, Alex, ¿cuándo te animarás a crear la tuya propia?

—Siento que ya está creada y que en algún momento crecerá. Mi padre tenía una frase con la que vivo como emblema: no hay nada más importante en la vida que la salud y la familia. No importan los triunfos que puedas tener si no tienes una familia con quien compartirlos. Sí, es mi gran pilar y mi mayor regalo.

"Los últimos ocho meses separada de mi marido han sido difíciles, pero Vicente (Calderón) y yo volvemos a estar juntos. No queremos estar el uno sin el otro. Nos queremos demasiado", nos dijo Mónica

—¿Cómo os veis en la actualidad?

M.S.—Me veo como una madre trabajadora que intenta conciliar todos los escenarios. La maternidad ha sido un aprendizaje brutal, una maestría en conciliación emocional y logística. Viajo mucho, pero intento estar muy presente en la vida de nuestros hijos, Fabiola y Vicente. Con ayuda y organización se llega a todo.

A.R.—Me veo en un momento de equilibrio. Siento que he encontrado una voz propia a nivel personal y profesional. Me siento agradecida por todo lo recorrido, pero, sobre todo, ilusionada por lo que está por venir. Estoy en constante evolución, con los pies en la tierra, pero con la ambición y la curiosidad intactas.

—¿Qué compartís?

M.S.—Somos dos mujeres muy diferentes en lo vital, pero con una energía y pasión que nos conectan profundamente. Compartimos valores, esfuerzo y una mirada decidida hacia el futuro. Las dos sabemos lo que es reinventarse y convertir una visión en un propósito real. Y eso une.

A.R.—Compartimos una forma muy similar de ver el emprendimiento. Tanto Mónica como yo hemos seguido nuestros ideales construyendo desde cero, con compromiso y pasión. Nos une ese impulso por hacer las cosas bien, con autenticidad y visión a largo plazo. Por eso la colaboración surgió de manera muy natural. No solo de la iración mutua, sino de una sintonía real entre dos mujeres que creen en lo que hacen y en el poder de transformar desde su campo.

"Ser mi propia jefa me ha dado libertad para innovar y crear, pero también una responsabilidad inmensa. Pero cuando amas lo que haces, el sacrificio se transforma en pasión", dice Mónica

"La experiencia que me traje de Nueva York fue vital para sacar adelante mi empresa. También ir aprendiendo de mis errores. La vida no es perfecta y el fracaso no es tan malo si se sabe gestionar"

—Las dos habéis cumplido un sueño. ¿Hay mucha diferencia entre lo imaginado y lo conseguido?

A.R.—Cuando sueñas con construir algo propio, hay una parte idealizada, pero no puedes prever del todo el recorrido. Lo conseguido muchas veces supera lo imaginado. No por la perfección, sino por el aprendizaje y la resiliencia que desarrollas. En ese sentido, el sueño no solo se cumple, se enriquece. No es exactamente como lo imaginabas. Es más real y mucho más valioso.

M.S.—Totalmente. El mío ha sido formar una familia y ayudar a muchas personas a sentirse mejor. Siento que he conseguido más de lo que me imaginé. Comenzamos en 2017 conquistando pieles y hemos triunfado en 30 mercados con nuestras fórmulas. Lo último, nuestra máscara facial. El primer dispositivo led del mercado con ocho longitudes de onda e IA integrada. Sin moverte de casa, sin dolor, sin agujas.

"Dar a luz a mis hijos son mis dos momentos extraordinarios. La maternidad ha sido un aprendizaje brutal, una maestría en conciliación emocional y logística. Ellos son el motor de mi vida"

—Alex, ¿qué es lo que te ha conquistado de Mónica?

—Su determinación y capacidad para adelantarse a las necesidades reales del sector. Entiende la belleza como un reflejo del equilibrio interior y exterior, desde el conocimiento científico y desde la experiencia, y no solo como algo estético. Hace falta coraje, visión y constancia para crear una marca pionera en este sector tan exigente apostando por la tecnología aplicada a la salud cutánea. iro a Mónica como mujer emprendedora y me identifico profundamente con su filosofía.

Ser embajadora de Unicled 5.0 Centurion Korean no es solo representar un dispositivo revolucionario, sino también apoyar un proyecto liderado por una mujer que ha roto moldes y abierto caminos. Como profesional del sector y como emprendedora, me enorgullece ser parte de una propuesta que impulsa una belleza más consciente e informada. Para alguien como yo, que viaja mucho, es una forma de seguir cuidando la piel con calidad y constancia, esté donde esté.

—Alex ¿qué has aprendido conociendo tanto mundo?

—Lo que más valoro es la riqueza de perspectivas que me ha dado y poder apreciar los matices. También me ha regalado nuevas amistades. Son esas personas las que hacen que cada sitio tenga un significado especial.

—Mónica, un momento extraordinario de tu vida.

—Dar a luz a mis hijos. Son el motor de mi vida cada día.