La sonrisa de Juan Peña y Sonia González a las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de La Moraleja lo decía todo. Bajo un sol resplandeciente, con los termómetros disparados en 35 grados y algo nerviosos, han llegado al templo madrileño como dos padres emocionados por la Primera Comunión de su hijo Tristán, al que definen como "la luz de nuestras vidas" y a quien están educando en la fe cristiana. La ilusión se multiplica porque con motivo de esta cita inolvidable han reunido a sus íntimos, llegados de diferentes puntos del mapa, y poder compartir la alegría que sienten con todo su entorno es para ellos el mejor de los regalos.
A las puertas de la iglesia, Tristán ha protagonizado un momento muy divertido diciendo que quería hablar ante los medios. "Estamos muy felices, él ha estado nervioso estos días", ha comenzado a decir Juan. Por su parte, Sonia ha explicado que el momento más emocionante es el de tomar la comunión porque el niño "es muy creyente y religioso, reza todas las noches y da las gracias por lo bueno que tiene".
Junto a Tristán han estado todos sus familiares: sus abuelos, tíos y primos, por la rama paterna y la materna. Entre ellos, Marta González junto a su pareja, el jinete argentino Fabrizio Bonnet; y el matrimonio formado por Elena González y el diestro Paco Ureña. Por supuesto, también han tenido muy presente el recuerdo de esos seres queridos que ya no están, como el inolvidable torero Dámaso González, padre de Sonia, que murió en 2017 y desde entonces los acompaña desde el cielo en cada paso como "la estrella que más brilla".
También han invitado a algunos de sus amigos, como Mónica Martín Luque, que ha acudido con su pareja, José Manuel Yzaga Fernández de Córdoba; Natalia Álvarez con su pareja, Yelko Álvarez; e Israel Bayón, que ha llevado a sus hijos, Daniela y Mateo. Para el cantante, "la amistad es lo más importante" y considera a los suyos "como hermanos, pero sin compartir ADN".
Tristán es el motor de la vida de sus padres, quienes se sienten muy orgullosos de los valores con los que está creciendo, con tres ejes principales: respeto, saber comportarse y ser buena persona. Es un niño muy divertido y ocurrente que hace reír constantemente a todos los que le rodean. Es un gran aficionado al fútbol, sigue de cerca los partidos del Real Madrid y de mayor quiere ser como Thibaut Courtois. Lo que no imaginaba es que una de las leyendas del club iba a estar presente en su Comunión. La casualidad ha querido de Álvaro Arbeloa, nuevo entrenador de la cantera del club blanco, acuda a la misa por su vínculo con uno de los compañeros de Tristán.
El niño también ha heredado una sensibilidad muy especial con la música. Ha aprendido a tocar la guitarra y ha subido varias veces al escenario con su padre, unas veces para cantar Esa cobardía y otras con sus amigos para interpretar la Salve Rociera. En esas ocasiones ha demostrado que no es nada vergonzoso, que se siente cómodo ante el público y que además es muy agradecido. "Papi, me gusta mucho la gente cómo te quiere”, le dijo al artista.
Sus planes después de la misa
Finalizada la eucaristía, y ya sin esos nervios habituales ante un acto de estas características, han disfrutado de una merienda y una cena posterior, todo en la Finca Quinta La Muñoza, en El Pardo. Este espacio cuenta con un palacio de estilo neoclásico que en el pasado fue habitado por la Reina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
En esta segunda parte de la celebración, la diversión ha estado garantizada. No ha faltado la música, la voz de Juan, los regalos y ¡la sorpresa del protagonista del día tocando la guitarra! Y todo esto con muchos más invitados, como María José Suárez y su hijo Elías, Elena Tablada con su hija Ella, Fonsi Nieto con sus hijos Lucas y Hugo, Mónica Hoyos, Raquel Rodríguez y el periodista Kike Calleja con su mujer, Raquel Abad.
Sonia recuerda su Comunión como "el día más bonito y especial de mi vida" y se ha esforzado junto a Juan en preparar todos los detalles para que Tristán tenga estos mismos sentimientos cuando recuerde el momento en el que comulgó por primera vez. Para el cantante es también muy importante que su hijo reciba este sacramento porque se define como un hombre "muy religioso" y esa espiritualidad la tiene presente en sus conciertos, a los que acude siempre "con estampitas de San Judas Tadeo, de la Virgen del Rocío...".
La historia de amor de Juan y Sonia no incluye una boda (por el momento), pero no necesitan dar ese paso para ser una familia. Llevan doce años juntos y su relación se basa en el amor y el respeto. Además, ambos reman en la misma dirección por la felicidad de su hijo, con el que forman el mejor equipo. Se organizan a la perfección para pasar el máximo tiempo posible juntos, a pesar de la frenética agenda del artista. El cantante intenta que sus viajes fuera de España sean en verano o en navidades para poder ir con la familia y que a la vez su hijo no falte a sus obligaciones escolares. Además, él siempre ha elogiado la entrega incondicional de su mujer. "Me acompaña a cosas puntuales porque es la madraza que está con nuestro hijo cuando yo me voy. Estamos constantemente hablando por teléfono, me dice que no me ponga nervioso, me pone los pies en la tierra... Me va guiando porque yo me fio de todo el mundo. Creamos un tándem muy bonito", nos contaba.